Small Pencil Cerebristicamente: Sobre el cerebro triuno

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sábado, 14 de enero de 2023

Sobre el cerebro triuno

triuno

En esta publicación vamos a hablar de algo que quizás no todo el mundo conozca, y que en el gremio de la psicología, neuropsicología, neurología etc… se conoce como la teoría de los 3 cerebros (para algunos sistemas o niveles) que poseemos los humanos: el reptiliano, el límbico y el neocórtex.

Generalidades:

El concepto:

A modo de definición:

Nuestro cerebro evolutivamente está formado por la superposición de 3 cerebros que trabajan de forma conjunta en red.

El cerebro triuno o triúnico es un concepto desarrollado por el médico estadounidense y neurocientífico Paul MacLean, el cual entendía el cerebro humano, como un compendio de tres cerebros en uno, y lo hizo triuno basándose en el trabajo neuroanatómico comparativo realizado por Ludwig Edinger, Elizabeth C. Crosby y Charles Judson Herrick a principios del siglo XX.

MacLean originalmente formuló su modelo en la década de 1960 y lo propuso extensamente en su libro de 1990 El cerebro trino en evolución. La hipótesis del cerebro trino se hizo familiar para una amplia audiencia popular a través de Carl Sagan's Premio Pulitzer ganando el libro de 1977 "Los dragones del Edén".

El cerebro trino consiste en el complejo reptiliano (ganglios basales), el complejo paleomammaliano (sistema límbico), y el complejo neomammaliano (neocorteza), visto cada uno como consciente de forma independiente, y como estructuras secuencialmente agregadas al prosencéfalo en el curso de la evolución.
Según el modelo, los ganglios basales están a cargo de nuestros instintos primarios, el sistema límbico está a cargo de nuestras emociones y la neocorteza es responsable de los pensamientos objetivos o racionales.

El enfoque de MacLean:

Para MacLean nuestro cráneo no aloja un cerebro sino tres, que operan como «tres ordenadores biológicos interconectados, cada uno con su propia inteligencia, su propia subjetividad, su propio sentido del tiempo y su propia memoria».

Influencia de la evolución como elemento organizador. La teoría del cerebro triuno de MacLean propone que la especie humana a lo largo de la evolución, ha ido cambiando en cuanto a su morfología cerebral, pero en lugar de verlo como un proceso de cambio global y unificado, lo describe como un proceso en el cual surgieron nuevas e independientes estructuras del cerebro que operan cada una con sus propias características individuales.

La tesis del cerebro triple de Paul MacLean se fundamenta en los siguientes argumentos:

  • la idea de que en el encéfalo humano habitan 3 sistemas cerebrales distintos, con sus propias lógicas de funcionamiento,
  • y que cada uno de ellos ha ido desarrollando en diferentes momentos de nuestra línea evolutiva de manera secuencial, el uno sobre el otro, por eso se dice que se crean de abajo hacia arriba.
  • Es decir, la parte más antigua y primitiva del cerebro se desarrolla en el útero, mientras que el cerebro emocional se organiza en los primeros 6 años de vida y la corteza prefrontal se desarrolla al final.
  • Eso significa, entre otras cosas, que estos tres cerebros serían relativamente independientes
  • y que se relacionarían entre sí siguiendo una jerarquía, dependiendo de su antigüedad y lo importante de sus funciones de cara a nuestra supervivencia.

Entonces, según MacLean, nuestro cerebro actual es la sumatoria de un proceso de superposición de capas, las cuales fueron apareciendo consecuentemente con el pasar de los milenios y se acomodaron una sobre la otra, pero sin que las anteriores dejasen de existir.

El cerebro humano es el sistema más complejo que se conoce, por lo que los misterios que engloba, son aún difíciles de descifrar. Sin embargo, sí conocemos que el cerebro actual que poseemos los humanos, es fruto de una evolución donde se han ido creando tres sistemas neuronales que regulan la adaptación conductual y fisiológica.

Para evitar una extensión innecesariamente extensiva, se detallan en publicaciones separadas las explicaciones de los tres componentes del sistema cerebral triuno; debes dar click a los siguientes enlaces:



triuno Cerebro reptil

Cerebro límbico

Neocórtex

La bibliografía general de esta publicación y de los tres enlaces citados, se expone toda al pie de página de esta publicación. La idea es no dispersarla, para que el lector pueda acudir a ella más fácilmente, si desea revisarla.

triuno

Aplicaciones de esta teoría

Esta teoría fue dominante durante los años posteriores a su lanzamiento, si bien luego fue refutada. No obstante, deja algunas enseñanzas aplicables y de utilidad:

  • Abrió las puertas a nuevas teorías sobre la evolución del cerebro.
  • Cada aspecto de la mente se puede desarrollar, ya que tiene un correlato neurológico que lo hace real y modificable.
  • Las emociones sí importan, pues juegan un papel fundamental en la supervivencia del individuo, su desarrollo y su relación con los demás.
  • El cerebro aprende de manera integral. Según esta teoría, todas las partes del cerebro triuno trabajan en conjunto, desarrollándose con cada nuevo aprendizaje.

Del campo de la Ciencia al campo jurídico

Curiosamente, la idea del cerebro reptiliano ha aterrizado triuno en un mundo alejado del de la ciencia: los tribunales de justicia. Hay un conjunto de técnicas para litigar que se conocen como la estrategia del reptil. Los estudiosos del debate jurídico explican que estas metodologías legales buscan apelar al cerebro reptiliano de jueces y jurados «pulsando el botón del miedo». Según Keenan y Ball, cuando el Reptil ve un peligro para su supervivencia, incluso uno pequeño, protege sus genes, y exige a todo el mundo a su alrededor que le proteja a él y a la comunidad.

El concepto de comunidad es importante, porque es enormemente flexible, lo que es útil en un proceso legal. El sistema es muy básico: generar una sensación de peligro que ponga a los jurados en modo «supervivencia»: el demandado, aunque es posible que no haya hecho nada, pudo causar un enorme peligro. En segundo lugar mostrar que el peligro afecta a toda la comunidad, incluyendo el jurado, su familia y sus amigos. Por lo tanto el jurado ya no es un observador independiente sino una posible víctima de la acción del acusado, tanto él como sus seres queridos. En tercer lugar, argumentar que una enorme compensación económica es el único sistema de protección de la comunidad. Algunos autores calculan que la teoría del reptil ha conseguido unas compensaciones muy superiores a las estimadas como sensatas, un exceso de más de 7.500 millones de euros desde 2008, y en las escuelas de práctica jurídica se enseña cómo aprovecharla y cómo desmontarla. Ya lo dijo el biólogo David Attenborough «A veces vemos a los reptiles como primitivos, sosos y lerdos. De hecho pueden ser letalmente rápidos, espectacularmente bellos, sorprendentemente cariñosos y muy sofisticados». Y esos sí que tienen un cerebro reptiliano.

Fuente:   https://jralonso.es/

¿Cómo esta teoría impacta el aprendizaje?

La teoría del Cerebro Triuno concibe la persona como un ser constituido por múltiples capacidades interconectadas y complementarias; de allí su carácter integral y holístico que permite explicar el comportamiento humano desde una perspectiva más integrada, donde el pensar, sentir y actuar se compenetran en un todo que influye en el desempeño del individuo, tanto en lo personal y laboral, como en lo profesional y social. A través del uso de estas múltiples inteligencias, el individuo es capaz de aprovechar al máximo toda su capacidad cerebral, para ello los docentes deben crear escenarios de aprendizaje variados que posibiliten el desarrollo de los tres cerebros. Asimismo, el currículo debe girar alrededor de experiencias reales, significativas e integradoras; desarrollar estrategias de enseñanza-aprendizaje integradas, variadas, articuladas, que involucren los tres cerebros; el clima psico-afectivo en los diferentes escenarios de aprendizaje, debe ser agradable, armónico y cálido, esto es, proporcionar una óptima interacción en el aula de clase, (estudiante-estudiante, estudiante-docente) para lograr resultados significativos.

Fuente: http://www.scielo.org.co/ .

Influencia en el marketing

SE asocia determinados comportamientos del consumidor con alguno de los niveles cerebrales del modelo triuno. Veamos:

El cerebro reptiliano es el que manifiesta el instinto y nos mantiene a salvo buscando la seguridad de la especie. Lleva a cabo las funciones más básicas ya que, según esta teoría, sería el primero en aparecer. Dentro de este, la amígdala cobra gran importancia debido a que es la encargada de recibir señales de peligro y reaccionar ante ellas para asegurar la supervivencia, como se podría haber utilizado en mayor medida en antepasados prehistóricos donde primaba la huida, por ejemplo.

Es por esto que la apelación a la urgencia se utiliza en muchas publicidades refiriéndose a peligros simbólicos como la escasez, o concretos, como la inseguridad, para despertar esta reacción e inducir a la compra a través del miedo.

El cerebro límbico, que orienta y almacena nuestras emociones más fundamentales y humanas, nos permite aprender a través de la experiencia, repitiéndola si fue positiva, o evitándola, si fue negativa. En este caso, el marketing y la publicidad se enfocan en el uso de la memoria emotiva, de corto o largo plazo, para estimular los pensamientos que causan dolor o aversión excitando los centros de castigo, o los que causan placer y felicidad estimulando los centros de recompensa. Aquí, la memoria pone en juego la información almacenada logrando que nuestro cerebro tienda a repetir situaciones anteriores para vivir la misma sensación o, caso contrario, anularlas.

El Córtex nos permite utilizar la razón llevando adelante las funciones más refinadas y complejas, siendo el último en aparecer en esta evolución. Este cerebro pensante es el encargado de tomar las decisiones racionales evaluando y poniendo objetividad y equilibrio ante el cerebro límbico y reptiliano. En relación al córtex, las acciones de marketing y los estímulos utilizados tienden a no tener impacto en los consumidores, ya que no se dejarían llevar por cuestiones subjetivas y emocionales.

Fuente:   https://21.edu.ar/i


Consideraciones acerca de la teoría

Teniendo en cuenta lo visto hasta ahora, se puede decir que la teoría del cerebro triuno de MacLean da por sentado que nuestro cerebro actual no es más que un proceso de suma entre capas individuales que aparecieron en nuestra especie haciéndonos cada vez más racionales.

Cada una de estas capas, como ya vimos, posee sus características propias; por más que las funciones de una tengan que ver con las funciones de otra estructura, estas operan de manera autónoma. Es decir, que ninguna capa posee un control sobre la otra, pero sí podrían, por ejemplo, hacer que el sujeto sea consciente de sus deseos y de esta manera hacer que los canalice adecuadamente.

Esta teoría no ha tenido una buena receptividad en el mundo de la comunidad científica, y la mayoría de los especialistas en el campo de las neurociencias han manifestado su desaprobación hacia dicho postulado. Veamos por qué.

Críticas a la teoría del cerebro triuno

Desde la década de 1970, en algunos círculos de neurociencia evolutiva y del desarrollo, el concepto del cerebro trino ha sido objeto de críticas, debido a se le atribuyen demasiadas incongruencias en sus planteamientos para ser considerada como válida siendo considerado como un mito.

Según MacLean presenta esta teoría, parece que el cerebro se ha construido piso a piso a lo largo de la evolución, con funciones independientes y ligadas directamente a las estructuras neurológicas de cada capa. No obstante, esta concepción ha recibido numerosas críticas.

O sea, que estas estructuras no aparecieron en un orden ascendente como lo plantea el autor de la teoría del cerebro triuno, sino que ya venían existiendo todas en un mismo cerebro, el cual fue evolucionando de manera general, y no parte por parte.

La idea de una aparición de estructuras nuevas y complejas en un proceso de acreción sucesiva es contraria a todo lo que sabemos sobre la evolución que, en realidad, funciona reorganizando los circuitos existentes y, en todo caso, dotándolos de mayor complejidad y asumiendo nuevas funciones.

Además, el modo en el que funciona la evolución no consiste en una acumulación de rasgos que no se influyen entre sí. Es decir, que los cambios ocurridos por mutaciones que se plasman en buevos rasgos en la estructura del cerebro no suceden de manera individual, sino en interacción con el resto, de modo que una parte que antes se especializaba en determinados procesos mentales puede pasar a encargarse de otros si aparece otro conjunto nuevo de células nerviosas.

La naturaleza tiene más de una manera de construir el cerebro. Las aves, por ejemplo, albergan la misma inteligencia que algunos mamíferos, como los primates, en encéfalos mucho más pequeños. Muestran procesos cognitivos complejos, como la autoconsciencia o el sentido de la justicia, con un neocórtex supuestamente menos desarrollado que el humano.

Ahora se sabe que las funciones específicas que esa teoría otorga a las estructuras mencionadas no son propiamente de los vertebrados más evolucionados, es decir, que en otras especies también se presentan comportamientos similares.

Por ejemplo, las aves, sin necesidad de poseer el sistema límbico, tienen un gran instinto de protección hacia su cría, lo cual es una característica que se le atribuye al segundo cerebro (sistema límbico) según la teoría de MacLean.

Por otra parte, existen moluscos inteligentes como los pulpos, cuyo cerebro no tiene nada que ver con el de los vertebrados, capaces de tener comportamientos sociales y ajustados a la racionalidad.

Adicionalmente, descubrimientos más recientes también echan por tierra la teoría de que la neocorteza surgió como la última etapa en la historia de la evolución del mamífero moderno. Hoy día se conoce que los primeros indicios de materia gris en las zonas superiores del cerebro fueron hallados en mamíferos primitivos, lo que se conoce como paleocórtex..

La realidad es que ningún estudio consigue separar la emoción y la racionalidad de una forma clara, están íntimamente interrelacionadas en nuestra organización cerebral y en nuestro funcionamiento mental.

El conjunto de las críticas viene a demostrar que las estructuras cerebrales no emergieron de manera ascendente, sino que todas las áreas funcionales existían desde un principio y se desarrollaron de forma selectiva en función de las necesidades de cada especie.

Debido a su longevidad, la idea del cerebro trino también se ha llamado "uno de los errores más exitosos y generalizados en toda la ciencia." ya que la hipótesis ya no es adoptada por la mayoría de los neurocientíficos comparativos en la era posterior a 2000. La teoría ha sido adoptada por algunos psiquiatras y al menos uno de los principales neurociencia afectiva investigador.

Ejemplo

Todos los estímulos que entran a través de nuestros sentidos (olfato, oído, gusto, tacto, olor) llegan en 125 milisegundos al cerebro reptiliano y emocional. A este nivel, la información es codificada como amenazante (amenaza real o imaginaria), placentera o neutra.

- En caso de sospecha de peligro, se pone en marcha una reacción automática e inconsciente en el cuerpo que da lugar a una conducta impulsiva y muy rápida del tipo 'ataque-huida-parálisis'. Esta reacción se activa, por ejemplo, cuando nos sentimos ofendidos, cuando alguien no cumple con nuestras expectativas, cuando nos sentimos inferiores o superiores a los demás, ante un examen o situación estresante…. De igual forma, detrás de toda rabieta de un niño o conducta agresiva, tanto verbal como física (gritos, insultos, maltrato, asesinato, autoagresión, bullying), se encuentra nuestro cerebro reptiliano-emocional.

- En cambio, ante las situaciones placenteras (comer, comprar ropa…) se dan conductas automáticas de acercamiento y de repetición. Toda conducta adictiva (adicción a drogas, alcohol, tabaco…) también viene guiada por esta zona cerebral.

375 milisegundos más tarde, la información llega desde los cerebros reptiliano-emocional a los lóbulos prefrontales. Allí es evaluada y ponderada. Dando lugar a una respuesta consciente más reflexiva y más humana. Esta respuesta es capaz de vetar los impulsos del sistema instintivo emocional siempre que tenga el tiempo suficiente para evaluar toda la información (de ahí la importancia de aprender a no actuar bajo la emoción, el primer impulso). Esta capacidad es lo que se llama inteligencia emocional. Y es, en el entrenamiento de esta habilidad, en lo que debe incidir la educación.

 

En general:

Cuando nos asustamos ante un ruido fuerte, se activa nuestro cerebro reptiliano.

Cuando nos enfadamos y damos un golpe en la mesa, actúa nuestro sistema límbico.

Cuando valoramos y recapacitamos sobre nuestros, actos, actúa el neocórtex o cerebro racional.

 

Las personas deben saber cómo funciona su cerebro y qué parte es la que está guiando cada una de sus conductas. Este conocimiento les permite no sentirse culpables por sus comportamientos impulsivos, pero sí responsables.

Teoría del cerebro triádico de Waldemar de Gregori

El sociólogo brasileño Waldemar de Gregori basó también sus estudios en la teoría de los tres cerebros, del cerebro triádico o cerebro triuno, mediante el cual la persona es concebida como un ser que está constituido por diversidad de capacidades que se encuentran interconectadas y que se complementan.

Las mismas explican el comportamiento humano desde una perspectiva holística que es aplicada en el campo laboral, social y familiar. En este sentido se habla del capital intelectual, creativo y operacional que puede tener cada persona de forma individual.

Gregori basó sus estudios en la neurociencia y en la teoría de Paul Maclean del cerebro triuno, es decir en la existencia de la inteligencia múltiple, operativa, inteligencia emocional y lógica para poder llegar a las conclusiones en sus estudios que siguen ganando gran fuerza al día de hoy.

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